A nadie le parece fácil tomar la decisión de divorciarse, pero ponerle fin al matrimonio en algunas ocasiones es lo mejor que se puede hacer para ambas partes y para su familia. Por otra parte, el proceso legal tampoco ayuda a facilitar las cosas.
1. Hay que aguantar durante el transcurso del divorcio.
En Texas, un divorcio puede tardar desde 60 días hasta 9 meses o más. La cantidad promedio son 90 días, pero esto no incluye matrimonios en donde se está peleando la custodia de los niños ni largas sumas de dinero.
Al momento de presentar su demanda de divorcio, las leyes del estado de Texas requieren de, por lo menos, 60 días para reconocer la decisión de la pareja casada. De hecho, un divorcio empieza mucho antes que el proceso legal mismo con frecuencia, pero un abogado de divorcios puede asegurar que usted no vaya a perder más tiempo del necesario.
2. Necesita a alguien que le ayude a mantener la cabeza fría.
El tiempo total que durará su divorcio es siempre variable. Pero algo más impredecible que esto es la forma en la que su divorcio le afectará en el aspecto mental, físico y emocional. Un buen abogado con amplia experiencia en casos de Derecho Familiar y divorcios será capaz de comprender lo anterior, porque ellos saben cómo brindar compasión sin comprometer el resultado de su divorcio.
3. Y al final, es un asunto legal.
En muchas ocasiones, una pareja que está pasando por un divorcio es capaz de acordar quién se quedará con cuáles cosas y quién vivirá en dónde, lo cual es algo maravilloso. No obstante, algunas veces estas decisiones no son posibles desde el punto de vista legal. Aunque podría dar la impresión de ser injusto, estos preceptos se establecieron para proteger asuntos más delicados, como la manutención de menores o la división de los bienes.
4. Hay mucho trámite.
Un divorcio es un proceso difícil y hay muchos factores que intervienen y que pueden provocar un impacto en la dificultad de la transición. Muchas de las personas que se están divorciando se hartan de la cantidad de trámites que se debe tratar de la forma adecuada.
A las personas se les olvida algo importante frecuentemente y provoca que puedan acabar perdiendo más de lo que deben durante un divorcio. Si usted contrata un abogado para quitarle de encima toda la carga pesada que son los documentos legales, esto le puede ayudar a concentrarse en su proceso de recuperación.
5. Todo podría ir de mal en peor.
La triste realidad es que las personas ven a menudo cómo sus ex cónyuges se convierten en verdaderos extraños. Es lamentable, pero se puede convertir en algo intimidante. Al contratar un abogado nos aseguramos de que todas las partes involucradas estén a salvo y que sufran el menor daño posible.
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